Todo
inició como
por arte de magia
Quiero contarles que han pasado dos meses largos desde que me encerré en mi casa. No puedo salir al pueblo por temor a contagiarme del virus. En las mañanas, tomo el sol en el patio y aprovecho para darle una vuelta a mi cerdita. Todos los días le llevo comida y, mientras le doy de comer, pienso en cómo y cuándo será el regreso a la Escuela. Por ahora estoy ocupada realizando los talleres que envían los profesores y que mi mami va y recoge en la Escuela.
Gissel Ordóñez, Grado 7º
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